¡Cuánto me amas, Señor!

(Juan 15,9: Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor)
¡Cuánto me amas, Señor!; ¡oh, Jesucristo!;
inmenso es tu cariño, bien cuantioso,
conmigo, detallista y cuidadoso,
que ya sin ese amor, Señor, no existo.

Ay de mi, si me alejo de ese amor;
pues finalizaría este gozo,
del que eres un inagotable pozo;
del amor de Dios, Tú, el proveedor.