Como una lámpara encendida

(Juan 12,48: El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día)
Como una lámpara encendida
en medio de una bruma densa,
así es tu Palabra que expresa
el amor de Dios sin medida.

Verbo que al hablar ilumina,
disipando toda tiniebla;
que vino enviado a la tierra
por el Padre Dios que nos cuida.

Voz ofreciendo eterna vida
para todo aquel que la acepta;
pero el que, a escucharla, se niega,
es él mismo quien se margina.

Amén.