Cinco panes y dos peces

(Juan 6,9-9: Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»)
Cinco panes y dos peces,
el aporte de un muchacho;
no alcanzaba para tantos
pero dio y sobró con creces;
no fue magia, no fue suerte,
ni tampoco fue un acaso;
fue tan sólo el primer plato
de un delicioso banquete
el cual tiene un plato fuerte
que es la carne del Cordero.
Ya está puesto el caldero
y también ya tiene aceite,
pero aun no esta caliente
porque no ha llegado el tiempo.
No le cuezan a destiempo
porque ya su hora viene.