Unísono con tu Padre

(Juan 8,26: ... aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo)
Unísono con tu Padre
Tú eres, Señor, cuando hablas;
y molestia habrá de causar
a las sombras tu Palabra
que al alumbrar esclarece
y su maldad les delata;
por eso, no entender, fingen,
tus expresiones bien claras;
pero aún así Tú insistes;
que todos cambien, Tú tratas;
aunque no quieran oír,
tu Verbo nadie lo calla;
y si a alguien le disgusta
y sus dos oídos tapa,
Tú continúas hablando
porque, al Padre, eso le agrada.
Palabra viva es tu voz;
por favor, no calles, habla;
del cerumen del pecado,
tu voz, oídos destapa;
y yo seguiré a la escucha
hasta que los míos se abran.

Amén.