Cuando, al llamarme, te sigo

(Marcos 10,29: Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna)
Cuando, al llamarme, te sigo,
tu voz me ha convencido;
y, de cosas sin sentido,
mejor es, si me desligo;

porque estando yo contigo,
ganancia es, nada perdido:
¿desprecio de un conocido?,
poco es, pues serás mi amigo;

y, Señor, ¿por tu enemigo,
ser yo ahora perseguido?,
hay un premio prometido:
¡el Reino eterno contigo!

Amén.