De tu Espíritu, pedimos dones
De tu Espíritu, pedimos dones,
Jesús, Señor de las naciones;
para que nuestros corazones
sus desvíos abandonen,
reciban con buenas intenciones
la Palabra que hoy propones,
y tras nuestras oraciones
la conviertan en acciones.
Amén.
De tu Espíritu, pedimos dones,
Jesús, Señor de las naciones;
para que nuestros corazones
sus desvíos abandonen,
reciban con buenas intenciones
la Palabra que hoy propones,
y tras nuestras oraciones
la conviertan en acciones.
Amén.
1. Lectura
a) Texto del día
Marcos 13,24-32: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo.
De la higuera aprended la semejanza: cuando ya sus ramas se ponen tiernas, y brotan las hojas, conocéis que el verano está cerca; así también, cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. En verdad, os digo, la generación ésta no pasará sin que todas estas cosas se hayan efectuado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas en cuanto al día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre».
Marcos 13,24-32: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo.
De la higuera aprended la semejanza: cuando ya sus ramas se ponen tiernas, y brotan las hojas, conocéis que el verano está cerca; así también, cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. En verdad, os digo, la generación ésta no pasará sin que todas estas cosas se hayan efectuado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas en cuanto al día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre».
b) Contexto histórico y cultural
En Jerusalén, Jesús, luego de profetizar la destrucción del Templo y de la ciudad, les habla sobre el final de los tiempos, que estará precedido de señales a las que se debe estar atentos y aguardando con esperanza.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
Signos de los tiempos
Señor, dame luz para ver los signos,
conciencia para entender estos tiempos;
para distinguir en un mundo incierto
que Tú estás aquí y que no te has ido;
tu voz oír enmudeciendo el ruido,
tu figura, ver, aunque esté yo ciego;
perdón recibir, sucio así de cieno,
y sentirte cerca, Jesús, mi amigo.
Amén.
Señor, dame luz para ver los signos,
conciencia para entender estos tiempos;
para distinguir en un mundo incierto
que Tú estás aquí y que no te has ido;
tu voz oír enmudeciendo el ruido,
tu figura, ver, aunque esté yo ciego;
perdón recibir, sucio así de cieno,
y sentirte cerca, Jesús, mi amigo.
Amén.
3. Oración
Palabra certera
Palabra certera,
Señor, es la tuya;
el futuro anuncia,
cambiar, aconseja,
y estar siempre alerta;
es verdad segura,
que yo no rehuya
pues quedaría fuera.
Amén.
Palabra certera,
Señor, es la tuya;
el futuro anuncia,
cambiar, aconseja,
y estar siempre alerta;
es verdad segura,
que yo no rehuya
pues quedaría fuera.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A observar los signos de los tiempos,
y a permanecer en alerta confiada en el Señor,
se me invita en este día;
esa es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.
y a permanecer en alerta confiada en el Señor,
se me invita en este día;
esa es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.