Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo B) de la Semana 17 del Tiempo Ordinario: Juan 6,1-15


Al orar los Santos Libros

Espíritu Divino,
Paráclito Señor,
al orar los Santos Libros
quiero pedirte un don:
tu luz, ahora yo pido,
me ilumine el corazón
para poder ver el camino
que hoy me señala Dios;
disponerme a seguirlo
con confianza y sin temor,
y con tu ánimo vivirlo
para siempre con ardor.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Juan 6,1-15: En aquel tiempo, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia Él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?». Se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».

Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Éste es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo.

b) Contexto histórico y cultural

Jesús ha retornado a su región, donde ya es bastante conocido y seguido; y realiza algo que sería usual en él: utiliza el transporte marítimo para desplazarse entre ciudades costeras del lago, o mar de Galilea, para proseguir con el anuncio de su mensaje evangélico.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Cinco panes y dos peces

Cinco panes y dos peces,
el aporte de un muchacho;
no alcanzaba para tantos
pero dio y sobró con creces;
no fue magia, no fue suerte,
ni tampoco fue un acaso;
fue tan sólo el primer plato
de un delicioso banquete
el cual tiene un plato fuerte
que es la carne del Cordero.
Ya está puesto el caldero
y también ya tiene aceite,
pero aun no esta caliente
porque no ha llegado el tiempo.
No le cuezan a destiempo
porque ya su hora viene.

3. Oración

De tu festín quiero comer

De tu festín quiero comer;
no sólo pan y algo de pez,
Pan de vida, quiero esta vez;
ese que sana el padecer
cambiando, a un hoy, mi raro ayer;
porque es también medicamento,
además de santo alimento;
es íntima aproximación
a lo divino en comunión.
¡Es Sacrosanto Sacramento!

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A saciarme de Jesús,
Pan de vida eterna y verdadera
estoy invitado en este día;
también a no ignorar el hambre material y espiritual de los demás;
pido tu ayuda, Señor,
para cumplir este compromiso que asumo.
Amén.