(Del poeta español Francisco Garfias López (1921-2010))
Sobre el pecho del astro gime y gime.
Es llanto de agua amarga que redime,
maná que nunca acaba, dando y dando.
Un mar, puesto de pie, va levantando.
¡Ay, líquido Tabor, cuajo sublime!
Sobre la sed del hombre que se exime
su Gólgota de lágrimas va alzando.
Está llorando Dios. En la pelea
de sal y de cristales que me triza,
voy flexible, en deshoje, gravitando...
Siento el golpe de amor de su marea;
me levanta, me hiende, me eterniza...
Y está llorando Dios, está llorando.