Deja que Jesús te transforme

(De "La voz interior del amor" por Henri Nouwen)

Estas buscando formas de encontrar a Jesús. Estas tratando de encontrarlo no solo en tu mente sino también en tu cuerpo. Buscas su afecto, y sabes que este afecto involucra tanto a su Cuerpo como al tuyo. Se hizo carne por ti para que pudieras encontrarlo en la carne y recibir su amor en la carne.

Pero algo queda en ti que impide este encuentro. Hay aun mucha vergüenza y culpa estancadas en tu cuerpo, bloqueando la presencia de Jesús. No te sientes del todo cómodo en tu cuerpo; lo devalúas, como si no fuera lo suficientemente bueno, lo suficientemente bello, o lo suficientemente puro como para encontrar a Jesús.

Cuando analices atentamente tu vida, veras cuan llena estuvo de miedos, en especial miedos de las personas que ocupan lugares de autoridad: tus padres, tus maestros, tus obispos, tus guías espirituales, inclusive tus amigos. Nunca te sentiste a su altura; siempre te consideraste por debajo de ellos. Durante gran parte de tu vida, te sentiste como si necesitaras su autorización para ser tu mismo.

Piensa en Jesús. El era completamente libre ante las autoridades de su época. Le decía a la gente que no se dejara guiar por las conductas de los escribas y los fariseos. Jesús apareció entre nosotros como un igual, un hermano. Quebró las estructuras piramidales de la relación entre Dios y la gente, ademas de las relaciones entre las personas. Y ofreció un nuevo modelo: el circulo, en el cual Dios vive solidariamente con la gente, y las personas conviven unas con otras.

No podrás encontrar a Jesús en tu cuerpo mientras este siga lleno de dudas y temores. Jesús vino a liberarte de estas ataduras y a crear en ti un espacio en el cual puedas estar con El. Quiere que vivas la libertad de los hijos de Dios.

No desesperes pensando que no puedes modificarte después de tantos anos. Simplemente, entra en la presencia de Jesús tal como eres, y pídele que te de un corazón valiente en el cual pueda estar contigo.

Tu no puedes modificarte. Jesús vino para darte un nuevo corazón, un nuevo espíritu, una nueva mentalidad, un nuevo cuerpo. Deja que te transforme a través de su amor y, así, te posibilite recibir su afecto en todo tu ser.