Sangre de mi pensamiento,
florido de alto silencio.
Háblame, Señor. Ya puedo
oír limpiamente. Verso
sin nacer, presiento
el levante de tu vuelo.
Hojillas del alma tiemblo,
amor: me sopla tu viento.
Ay, cómo te vivo, fuego,
en la sangre de mi cuerpo.
Ahora, Dios, el encuentro:
Morir en tu luz envuelto,
morir de verdad, en serio,
morir de dignidad muerto.