Cuerpo total, yacente en el madero,
naciente Iglesia en cruz, en mi calvario
déjale así, desnudo, sin sudario,
porque ahora es este Cristo mi cordero.
Soy cordero de Dios, soy sumidero
jubiloso de Dios, hondo sagrario
donde guardar su pan en el almario
de este llagar amor mi manadero.
Ara de Dios, te soy, hambre esteparia
en cruz, en luz, en sed y parusía
hacia el alba total de la plegaria.
En tu madero aguardo la agonía
que cristifique en mí mi necesaria
sazón de serte solo eucaristía.