1. Lectura
a) Texto del día
Lucas 8,16-18: En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará».
Lucas 8,16-18: En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará».
b) Contexto histórico y cultural
Jesús continúa enseñando. Habla a la gran multitud que le seguía con gentes de todas las ciudades; les habla empleando parábolas; el tema central del mensaje es sobre el Reino de Dios y acerca de la Palabra de Dios.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
Como centelleante rayo
Como centelleante rayo
que en medio de oscura noche
ilumina todo el prado,
con claridad Dios expone
el interior y el entorno,
con su Palabra, del hombre;
sin importar cuán oscuras,
descubre las intenciones
y lo que hemos ocultado;
por eso puede que roce
con corazones malsanos.
Pero si ésta se acoge,
como, a la lluvia, el desierto:
llena de justicia el orbe,
nos lleva a vivir amando
y a que el espíritu goce.
Amén.
Como centelleante rayo
que en medio de oscura noche
ilumina todo el prado,
con claridad Dios expone
el interior y el entorno,
con su Palabra, del hombre;
sin importar cuán oscuras,
descubre las intenciones
y lo que hemos ocultado;
por eso puede que roce
con corazones malsanos.
Pero si ésta se acoge,
como, a la lluvia, el desierto:
llena de justicia el orbe,
nos lleva a vivir amando
y a que el espíritu goce.
Amén.
3. Oración
Tu Palabra sea mi luz, Señor;
que pueda con ella iluminar siempre mi vida,
y que mis acciones no la oculten nunca.
Amén.
que pueda con ella iluminar siempre mi vida,
y que mis acciones no la oculten nunca.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
Acudir a la luz de tu Palabra es mi acción de este día;
elevarla para que pueda también iluminar a otros,
tiene que ser un objetivo de toda la vida.
Amén.
elevarla para que pueda también iluminar a otros,
tiene que ser un objetivo de toda la vida.
Amén.