El Espíritu divino,
el que Dios le da a sus hijos,
es lo que ahora yo pido
para que marche conmigo
y, con su amor, ser ungido;
por Él ser instruido,
y con sus dones, bendecido;
así sigo protegido
este empinado camino
hacia Cristo, gran amigo.
Amén.
1. Lectura
a) Texto del día
Juan 21,15-19: Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos y comiendo con ellos, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?». Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas».
Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas a donde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará a donde tú no quieras». Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».
Juan 21,15-19: Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos y comiendo con ellos, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?». Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas».
Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas a donde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará a donde tú no quieras». Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».
b) Contexto histórico y cultural
Esta nueva aparición de Jesús, luego de resucitado, a los discípulos, sucede a orillas del mar de Tiberíades cuando un grupo de ellos se encontraba en su lugar de origen y en el desempeño de su profesión de oficio: la pesca. Guiar el rebaño, siguiendo el ejemplo de Jesús, es el encargo final que unido al llamado al seguimiento, es dado a Pedro.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
Soy oveja del rebaño
Soy oveja del rebaño,
apaciéntame, Simón,
al pasto de salvación
condúceme, tú, sin daño.
Protégeme del extraño
cuando se torna en agresor;
también de cualquier impostor
que se acerque con engaño.
Como a Jesús has amado,
que me ames, pide el Señor;
el te ha nombrado pastor
y te puso a mi cuidado.
Que le sigas, te ha llamado
con amor el Buen Pastor;
sigue en pos de Él tu labor,
y llévame hasta su lado.
Amén.
Soy oveja del rebaño,
apaciéntame, Simón,
al pasto de salvación
condúceme, tú, sin daño.
Protégeme del extraño
cuando se torna en agresor;
también de cualquier impostor
que se acerque con engaño.
Como a Jesús has amado,
que me ames, pide el Señor;
el te ha nombrado pastor
y te puso a mi cuidado.
Que le sigas, te ha llamado
con amor el Buen Pastor;
sigue en pos de Él tu labor,
y llévame hasta su lado.
Amén.
3. Oración
Señor, yo también tengo que cuidar tus ovejas;
a todos, de una forma u otra nos has delegado esa función
en alguna porción de tu inmenso rebaño;
sólo con tu ayuda podré hacerlo, Señor,
por eso te pido que mi actuación la dotes de amor y comprensión.
Amén.
a todos, de una forma u otra nos has delegado esa función
en alguna porción de tu inmenso rebaño;
sólo con tu ayuda podré hacerlo, Señor,
por eso te pido que mi actuación la dotes de amor y comprensión.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A seguir a Jesús,
y a apacentar sus ovejas
estoy invitado hoy.
Eso haré, con la ayuda de Dios.
Amén.
y a apacentar sus ovejas
estoy invitado hoy.
Eso haré, con la ayuda de Dios.
Amén.