consíguenos el amor a la oración y a la soledad
para que desprendiéndonos del amor desordenado a las criaturas
podamos aspirar sólo a Dios
y al paraíso en el que esperamos vernos un día para siempre,
alabando y amando juntos contigo a tu Hijo Jesús
por los siglos de los siglos.
Amén.