Para la batalla

(Pensamiento de San Pío de Pietrelcina)
El campo de batalla entre Dios y Satanás es el alma humana.
En ella se desarrolla en todos los momentos de la vida.
Es necesario que el alma deje acceso libre al Señor
y que sea fortalecida por él en todas partes con toda clase de armas;
que sea iluminada por su luz para combatir las tinieblas del error;
que sea revestida de Jesucristo, de su verdad y justicia,
del escudo de la fe, de la palabra de Dios,
para vencer a enemigos tan poderosos.
Para ser revestidos de Jesucristo es necesario morir a sí mismos.