Que nadie lea tristeza ni dolor en tu cara,
cuando difundes por el ambiente del mundo
el aroma de tu sacrificio:
los hijos de Dios han de ser siempre
sembradores de paz y de alegría.
Bienvenidos a mi página con temas provenientes de documentos de la Iglesia, de escritos de los santos, de autores tanto clásicos como contemporáneos y algo de mi humilde autoría, donde siempre encontrarán palabras de vida eterna