Abre tu corazón, que es un torrente
que nos inunda y mana de esa fuente
perdón, misericordia, amor fecundo.
Tu pecho es un volcán de amor profundo,
pero el Orbe rodó por la pendiente
y se burló de Ti cobardemente
con un grito sacrílego, iracundo.
Te condenó a morir y te ha clavado
con los brazos en Cruz, como estandarte
donde a todos perdonas, generoso.
Grande fue el crimen, grande fue el pecado
y grande tu perdón para mostrarte
oh buen Jesús, tan misericordioso.