Ingratitud

Pensamiento de Fr. Ambrosio de Lombez
Nos es tan natural ser ingratos,
como lo es ser amadores de nosotros mismos
hasta hacer de nosotros el centro de todo.
Nos apegamos al beneficio que nos es útil,
hasta olvidar el bienhechor y aún hasta en cierta manera odiarlo porque le somos deudores;
es bien raro que manifestemos alguna gratitud,
 si el reconocimiento del beneficio recibido no nos hace esperar otro.