¡Oh María!
Quien te mira se queda reconfortado en todos sus dolores,
tribulaciones y penas y vence todas las tentaciones.
Quien no sepa lo que Dios es, que recurra a ti,
¡oh María! Quien no encuentre misericordia en Dios, que recurra a ti,
¡oh María! Quien no se conforme con la voluntad de Dios, que recurra a ti,
¡oh María! Quien sienta desfallecer, que recurra a ti que eres fortaleza y poder.
Quien se encuentra en una lucha continua, que recurra a ti que eres un mar pacífico.
Quien se encuentre en tentación, que recurra a ti que eres madre de humildad
y no hay nada que ahuyente tan fácilmente al demonio como la humildad.
Que acuda a ti,
que acuda a ti,
¡oh María!