(Expresión de san Juan Crisóstomo)
Cuando digo a alguno: Ruega a Dios, pídele, suplícale,
me responde: ya pedí una vez, dos, tres, diez, veinte veces, y nada he recibido.
No ceses, hermano, hasta que hayas recibido;
la petición termina cuando se recibe lo pedido.
Cesa cuando hayas alcanzado;
mejor aún, tampoco entonces ceses.
Persevera todavía.
Mientras no recibas pide para conseguir,
y cuando hayas conseguido da gracias.