Las Antífonas "O"


Las antífonas "O" son siete breves y hermosas oraciones, en modo de exclamación, dirigidas a Jesús que expresan el sentir del cristiano respecto al Adviento y la Navidad. Fueron compuestas entre los siglos VII y VIII de nuestra era cristiana.

Son recitadas como las antífonas correspondientes al rezo del Magnificat de las Vísperas en la Liturgia de las Horas del tiempo de Adviento en el período comprendido desde el día 17 hasta el 23 de Diciembre.  Antiguamente eran entonadas solemnemente por algún clérigo en los monasterios y demás locales religiosos, hoy todos las rezamos en las vísperas de dicho período. Reciben su nombre de la primera letra de la interjección ¡Oh! con que comienza cada una de ellas.

Luego del oh inicial de las antífonas, les sigue un titulo mesiánico del Antiguo Testamento, que aplicamos a Jesús. Todas terminan con un llamado a que venga el Señor. Cada una de ellas, además de acompañar el Magnificat o cántico de María tomado del texto de Lucas 1,46-55, al que dan un toque especial de Adviento, pueden también ser usadas como base para la oración y reflexión, personal o comunitaria, propia de este tiempo donde se clama por la pronta venida del Señor que viene a salvarnos, liberarnos e iluminarnos.

A continuación siguen las siete antífonas con sus correspondientes días de Adviento:


17 Diciembre:
Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ¡ven y muéstranos el camino de la salvación!



18 Diciembre:
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!



19 Diciembre:
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos, no tardes más!



20 Diciembre:
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!



21 Diciembre:
Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!



22 Diciembre:
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!



23 Diciembre:
Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!