El 21 de Enero de cada año se celebra en la República Dominicana el día de la Virgen de la Altagracia, Madre y Protectora Espiritual del país. Esta advocación mariana es la más popular de esta nación, donde también se tiene a la Virgen de las Mercedes como patrona. Es un día festivo y se llevan a cabo peregrinaciones desde todos los lugares hasta la Basílica ubicada en la ciudad de Higüey, donde se encuentra la imagen cuya historia data desde hace varios siglos.
En el libro "Historia de Nuestra Señora, la Virgen de la Altagracia", John Fleury, miembro y fundador de la Comunidad Siervos de Cristo Vivo, hace un minucioso estudio de la imagen y de este culto mariano tan arraigado en la República Dominicana, en gran parte del territorio caribeño, y en aquellos lugares a donde los nacionales de este país han emigrado. Quienes tengan la oportunidad de leer tan ilustrativa obra, no la desperdicien.
La imagen es una escena del nacimiento de Jesús en el pesebre donde aparecen, además de Jesús, la Virgen María y San José. María viste un velo azul oscuro; su actitud es de adoración; tiene una corona en su cabeza, como reina y madre de un Rey, y alrededor de la corona aparecen doce estrellas que representan la Iglesia y sus doce Apóstoles, así como a las doce tribus de Israel. Delante de ella esta el niño Jesús, recién nacido, desnudo, sobre pajas. San José aparece detrás vestido con una capa roja y un cirio en la mano; detrás de él hay una columna, significando que el pesebre se había convertido en un templo por la presencia del Señor que nace. El cuadro apenas mide 54 centímetros de alto por 42 centímetros de ancho, pero la imagen está llena de detalles de gran contenido simbólico.
En general, el culto de hiperdulía dado a María es esencialmente centrado en Cristo. A María la veneramos porque es la madre del Señor y tuvo la gracia y el privilegio de estar con él en los momentos claves de su misión. En el pasaje bíblico de la Anunciación, el saludo del Angel a la Virgen comienza con la frase: "Alegrate María, llena eres de gracia". Precisamente el nombre de Altagracia se debe a que a María le correspondió la más alta de todas las gracias que podía recibir mujer alguna: llevar en su vientre a la alta gracia dada por Dios: el Verbo que en ese momento se encarnaba. Hoy ella sigue, como en Caná de Galilea, intercediendo por los que precisan del auxilio de Jesús.
ORACIÓN:
¡Virgen Santísima de Altagracia!
De todo corazón te agradecemos las continuas bendiciones que sobre nosotros derramas.
De tus manos y de tu corazón maternal recibimos cada día el sustento que nos da nuestro Padre del cielo.
Tu eres nuestra defensora en los peligros,
nuestro socorro en las necesidades
y nuestra esperanza en los sacrificios de nuestra vida cristiana.
Por tu Corazón Inmaculado queremos tributar a Dios un himno de acción de gracias por tantos beneficios dispensados.
Te prometemos ¡Oh Madre! Gratitud y fidelidad.
Tu reinarás siempre en nuestros hogares y en nuestro pueblo,
donde todos te veneraremos como Señora y Madre, haciendo florecer todas tus virtudes.
Haznos dignos de llamarnos tus hijos,
a fin de que sirviendo a Dios y a Ti en este mundo,
alcancemos la más alta gracia que nos traes:
una muerte cristiana que nos abra las puertas del cielo.
Amen.
De todo corazón te agradecemos las continuas bendiciones que sobre nosotros derramas.
De tus manos y de tu corazón maternal recibimos cada día el sustento que nos da nuestro Padre del cielo.
Tu eres nuestra defensora en los peligros,
nuestro socorro en las necesidades
y nuestra esperanza en los sacrificios de nuestra vida cristiana.
Por tu Corazón Inmaculado queremos tributar a Dios un himno de acción de gracias por tantos beneficios dispensados.
Te prometemos ¡Oh Madre! Gratitud y fidelidad.
Tu reinarás siempre en nuestros hogares y en nuestro pueblo,
donde todos te veneraremos como Señora y Madre, haciendo florecer todas tus virtudes.
Haznos dignos de llamarnos tus hijos,
a fin de que sirviendo a Dios y a Ti en este mundo,
alcancemos la más alta gracia que nos traes:
una muerte cristiana que nos abra las puertas del cielo.
Amen.