(Lucas 19,38: Y decían: ¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!)
"Deja vu" de los ramos,
son hechos que duplicamos:
A su llegada lo aclamaron,
de sus palabras se admiraron,
y más tarde le mataron
cuando lo crucificaron.
Ahora decimos que le amamos,
y después que le rezamos
nosotros mismos lo matamos
con el pecado con que actuamos.