"Trabajarás con tus manos
para ganar el sustento";
consecuencias de un evento
de los primeros humanos.
¡Qué hacer, Señor, hoy danos!
Si el patrón no nos rechaza,
oiremos su bocaza
profiriendo sinsabores
y pagará las labores
que da para poca hogaza.
Pero queda algo bueno,
la labor, que es una huella
que dice mientras destella:
"de tu ser, esto está lleno".
Hazlo, pues, Señor, ameno,
y al trabajo de mis manos
libéralo de desganos;
que, a lo mandado, es respuesta,
pues el holgazán apesta.
¡Qué hacer, Señor, hoy danos!
Amén.