Yo quiero ser como un niño

(Marcos 10,15: Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él»)
Yo quiero ser como un niño
de comportamiento inocente
sin contaminación en la mente,
con reconfortantes sueños
donde todo sea un juego.
Que estando triste o alegre
mis sentimientos demuestre;
que tenga muchos amigos
sin discriminar el aliño;
y que siempre todo lo espere
porque la esperanza no muere.
Así, seré cargado con mimos,
me prodigarás tu cariño
y el Reino que prometes
a los que no se engrandecen,
y llegaré a ti sin ser impedido.

Amén.