Templo

(Mateo 21,23: Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: «¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?»)
Aunque no estaba yo en ese templo,
a ellos, les quisiera preguntar:
¿Cuál es la razón de esa hostilidad?
¿Pretenden acallar la voz del Verbo?

¿Por qué mejor no utilizan los sesos?
¿Está prohibido enseñar a la verdad?
¿Por qué el dueño tiene que aclarar
algo a usurpadores de su templo?

Para nosotros, de actuales tiempos,
aquel sitio ya no es un lugar
Si ya somos, de Cristo, propiedad,
de su Espíritu, somos hoy el templo.

Amén.