(Isaías 43,2: Si cruzas por las aguas, yo estaré contigo, y los ríos no te anegarán; si caminas por el fuego, no te quemarás, y las llamas no te abrasarán)
Los golpes por aquí y por allí;
¿será castigo con que me repruebas?
¿Inocente quién es, dime, ante Ti?
Una tras otra me azotan las pruebas
y más que la fe con ellas se tienta,
pues ya no sé si Tú las apruebas;
parecen ciclón cuya fuerza aumenta.
Me pregunto, si estas aún a mi lado
¿por qué Tú no detienes la tormenta?
Señor, ¿acaso me has abandonado?
ya estoy caído, por suelo rodé;
hoy dime, Señor, ¿Tú, donde has estado?
Jesús responde:
Siempre contigo, jamás te dejé;
no ha sido peor porque junto a ti estoy:
cuando caíste tus cruces cargué
y volveré a hacerlo el día de hoy.
Amén.
y volveré a hacerlo el día de hoy.
Amén.