(Lucas 7,12: Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba)
que su madre era viuda
y su entierro seguían,
¿no sería algún anuncio
para Ti de preludio?
Madre ya sin ayuda:
¿pensarías en la tuya,
al faltar, sin recursos?
Para él no es lo último
porque entonces actúas,
de la muerte, lo aúpas,
y su cuerpo no es pútrido.
Ese fue un anticipo
de tu vuelta a la vida:
¡las tinieblas vencidas
por Ti; un único Hijo!