Siendo tu presencia una fiesta

(Mateo 9,15: Jesús les respondió: ¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán)
Siendo tu presencia una fiesta,
no hemos de ayunar en verbena;
la celebración es tan buena
pues eres principal ingesta.

No oímos palabra funesta
ahora; gozaremos tu cena
y si después viene la pena,
Señor, que entendamos tu gesta;

para dar, entonces, respuesta
a todo que adverso sorprenda,
y poder imitar tu ofrenda
conscientes que hasta vida cuesta.

Amén.