Dichoso el corazón enamorado
que en sólo Dios ha puesto el pensamiento:
por Él renuncia todo lo criado,
y en Él halla su gloria y su contento;
aun de sí mismo vive descuidado,
porque en su Dios está todo su intento,
y así alegre pasa y muy gozoso
las ondas deste mar tempestuoso.