Dime

(De la poetisa española Elvira Lacaci (1928-1997))

Dime que no te hago
a la medida
de mi desolación sin horizonte.
Dime que mi agonía
no te inventa,
cuando en su ahogo lento, pronunciado,
te siento por las venas
respirándote.
Dime que yo no sueño. Que es tu mano
la que temblando aprieto
entre las mías,
cuando la noche en mis pupilas crece.
Dime que cuando hablo —que sólo a Ti te hablo—
vas recogiendo mis palabras leves. Apretándolas
sobre tu corazón. Como presiento
Dime que cuando lloro
alargas tu sonrisa —la que veo—
hasta lo más mojado de mi cara.
Dime que vivo en Ti.
Que si te siento, si Tú vives en mí,
como mi carne, mi alma o mi tormento,
es del todo verdad.

Dímelo Tú, Señor. Dímelo. Fuerte.
Grítale al corazón. Que se rebela.
Porque un sonido extraño lo atormenta.