¿qué no hará entrando dentro de nosotros mismos?
Algunos hubieran preferido que se quedara resplandeciente y lleno de poder en el Santísimo Sacramento.
Pero ¿qué pecador, como en mi caso personal, se hubiera atrevido a acercarse a él?
Debajo de pan es fácil su trato.
Disfrazado de esta manera, le hablamos casi de igual a igual, sin muchos miramientos y respetos.
Parece que desea que nos acerquemos con frecuencia y con llaneza hasta él,
de lo contrario ¿para qué se disfrazó?