Tristeza no; alegría espiritual si

Pensamiento de San Francisco de Asís
El diablo se alegra, sobre todo,
cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios.
Llenando de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia,
de modo que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida.

Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones,
la serpiente derrama en vano su veneno mortal.