Yo creo que no sería muy difícil ser santos,
yo creo que si dejáramos que se haga en nosotros siempre la Voluntad de Dios,
podríamos de verdad, ser santos.
Si realmente nos propusiéramos, poniendo en ello toda nuestra vida,
lo podríamos lograr,
porque Dios quiere nuestro esfuerzo,
nuestra lucha y después sólo hay que dejarlo hacer a El,
pues la santidad no es algo que ocurre en nosotros,
sino Alguien que llega.
La santidad viene de Dios.