(Del libro "Camino" de san Josemaría Escrivá)
Qué claro el camino!...
Qué patentes los obstáculos!...
Qué buenas armas para vencerlos!...
Y, sin embargo, cuántas desviaciones y cuántos tropiezos!
¿Verdad?
Es el hilillo sutil -cadena: cadena de hierro forjado-,
que tú y yo conocemos, y que no quieres romper,
la causa que te aparta del camino y que te hace tropezar y aun caer.
¿A qué esperas para cortarlo...
y avanzar?