Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

Del libro “Don y misterio”, del Papa Juan Pablo II, reproducimos las letanías rezadas a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.

Señor ten piedad, Señor ten piedad
Cristo ten piedad, Cristo ten piedad
Señor ten piedad, Señor ten piedad
Cristo óyenos, Cristo óyenos
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Trinidad Santa, un solo Dios, ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote y Víctima, ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec, ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote que Dios envió a evangelizar a los pobres, ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote que en la última cena instituiste el sacrificio perenne, ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote siempre vivo para interceder por nosotros, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontifice a quien el Padre ungió con el Espíritu Santo y la virtud, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice entresacado de los hombres, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice constituido a favor de los hombres, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice de nuestra confesión, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice más alto que la gloria de Moisés, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice del verdadero tabernáculo, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice de los bienes futuros, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice santo, inocente y sin pecado, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice fiel y misericordioso, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice divino y lleno de celo por las almas, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice de eterna perfección, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice que por tu sangre llegaste a los cielos, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice que nos enseñaste un camino nuevo, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice que nos amaste y que lavaste nuestros pecados con tu sangre, ten piedad de nosotros
Jesús, Pontífice que te entregaste a Dios como hostia de oblación, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia de Dios y de los hombres, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia santa e inmaculada, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia mansueta, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia pacífica, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia de propiciación y de alabanza, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia de reconciliación y de paz, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia para llegar a Dios con toda confianza, ten piedad de nosotros
Jesús, Hostia viviente para siempre, ten piedad de nosotros
Sé propicio, ten compasión de nosotros, Jesús
Sé propicio, escúchanos, Jesús
Del temor a la vocación sacerdotal, líbranos, Jesús
Del pecado de sacrilegio, líbranos, Jesús
Del espíritu de lascivia, líbranos, Jesús
e los pensamientos impuros, líbranos, Jesús
Del pecado simoníaco, líbranos, Jesús
De la indigna dispensación del ministerio, líbranos, Jesús
Del amor al mundo y a sus vanidades, líbranos, Jesús
De la indigna celebración de tus Misterios, líbranos, Jesús
Por tu eterno sacerdocio, líbranos, Jesús
Por la santa unción con la que fuiste consagrado sacerdote por Dios Padre, líbranos, Jesús
Por tu espíritu sacerdotal, líbranos, Jesús
Por el ministerio con el que clarificaste a tu Padre, líbranos, Jesús
Jesús, por tu sacrificio cruento hecho una vez para siempre, líbranos, Jesús
Por tu sacrificio renovado cada día en los altares, líbranos, Jesús
Por aquella tuya potestad, que reviste invisiblemente a tus sacerdotes, líbranos, Jesús
Para que conserves en la santa religión al universo orbe sacerdotal, te rogamos, escúchanos
Para que los pastores apacienten tu grey según tu corazón, te rogamos, escúchanos
Para que los llenes de tu espíritu sacerdotal, te rogamos, escúchanos
Para que los labios sacerdotales proclamen tu ciencia, te rogamos, escúchanos
Para que envíes obreros que fielmente cultiven tu mies, te rogamos, escúchanos
Para que te dignes multiplicar los dispensadores de tus misterios, te rogamos, escúchanos
Para que perseveren siempre en tu voluntad, te rogamos, escúchanos
Para que perseveren en su ministerio con docilidad, sean prontos a donarse y constantes en la oración, te rogamos, escúchanos
Para que por ellos se promueva el culto al Santísimo Sacramento, te rogamos, escúchanos
Para que quienes han sido fieles al ministerio reciban el premio eterno, te rogamos, escúchanos
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros
Jesús, Sacerdote, óyenos
Jesús, Sacerdote, escúchanos

Oremos. Oh Dios, Santificador y Guía de tu Iglesia, suscita en Ella, mediante tu Espíritu, idóneos y fieles dispensadores de tus misterios, para que, bajo tu protección, con su ministerio y con el ejemplo, acompañen a todos los cristianos hacia el camino de la salvación. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Oh Dios, que mandaste escoger entre aquellos discípulos que oraban y ayunaban a Saulo y a Bernabé para el ministerio por ti escogido, haz lo mismo ahora con tu Iglesia orante y tú, que conoces nuestros corazones, muéstranos a quienes eliges para tu ministerio. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.