(Del poeta español José María Zandueta Munárriz (1915-2005))
Bendito sea aquel día
que en la Cruz nos redimiste
y que al pecador quisiste
perdonar en tu agonía.
Se cumplió la profecía
de tu Muerte y tu Pasión.
Bendito sea el perdón
que otorgaste al mundo entero
tras el lanzazo certero
que horadó tu corazón.