(Tomado del Ritual de Bendiciones)
La costumbre de colocar en los hogares cristianos un arbol adornado, durante las fiestas de Navidad, es recomendable, ya que este arbol puede recordar a los fieles que Cristo, nacido por nosotros en Belén, es el verdadero Árbol de la vida, Árbol del que fue separado el hombre a causa del pecado de Adán.
Conviene, pues, invitar a los fieles a que vean en este árbol, lleno de luz, a Cristo, luz del mundo, que con su nacimiento nos conduce a Dios que habita en una luz inaccesible.
La bendición de este árbol la hará, ordinariamente, el padre o la madre al iniciarse las fiestas de Navidad y en ella conviene que participen todos los miembros de la familia.
RITO DE LA BENDICIÓN
El ministro, al comenzar la celebración, dice:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Todos responden:
Que hizo el cielo y la tierra.
Uno de los presentes, lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura:
Isaías 60,13: "Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino, para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estado".
Palabra de Dios.
Todos responden:
Te alabamos Señor.
ORACIÓN DE BENDICIÓN
Palabra de Dios.
Todos responden:
Te alabamos Señor.
ORACIÓN DE BENDICIÓN
Luego el padre o la madre de familia, con las manos juntas, dice la oración de bendición:
Oremos.
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
que nos concedes recordar con fe
en estos días de Navidad
los misterios del nacimiento del Señor Jesús.
Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol
y lo hemos embellecido con luces,
vivir también a la luz
de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo
y ser enriquecidos con las virtudes
que resplandecen en su santa infancia
Gloria a él por los siglos.
Amen.