Persiste y persevera

(Lucas 18,1: Después le enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse)
Persiste y persevera
ante Dios tu petición,
pues el oye la oración,
si a Él con fe se le ruega.

Repítele y reitera,
que a Él le gusta oír tu voz;
ya te ha puesto su atención
y quiere tu insistencia.

Al tiempo de la respuesta,
que Él considere mejor,
atenderá tu clamor,
si es de tu conveniencia.

Amén.