Tus palabras

(Juan 6,67 Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?»)
Señor, no; yo no me iré de tu lado,
pues nutritiva es tu enseñanza;
soy como un niño que está en la crianza
y con tu instrucción es alimentado.

Pobres de aquellos en que hay desencanto
de tus palabras, que ahora rechazan,
perdiéndose hoy cuanto ellas avanzan
a quien te cree, de Dios, el Hijo santo.
Espíritu y vida, ¡vitales tanto!,
son dones que tus palabras alcanzan.