(Expresión de santa Teresa de Jesús)
Es muy bueno rezar en comunidad pero hay tiempos en que la soledad es necesaria para rezar,
necesaria para descubrir aspectos de la realidad que se nos escapan.
Necesaria para el desarrollo de otras dimensiones del ser.
La soledad es para oírle,
para bajar a niveles de nuestro yo que se nos escapan y que no explotamos porque desconocemos.
La soledad es para saber con quién estamos y quién somos.
Es soledad poblada, colmada.
La oración a solas no es huir de nadie sino ir hacia Alguien.
No es ausencia sino presencia.
Es estar con El, con Dios.