No; yo no dejo la tierra

Himno de la Liturgia de las Horas
No; yo no dejo la tierra.
No; yo no olvido a los hombres.
Aquí, yo he dejado la guerra;
arriba, están vuestros nombres.
¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones, sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo
ya es vuelta y es cercanía.
El gozo es mi testigo.
La paz, mi presencia viva,
que, al irme, se va conmigo
la cautividad cautiva.
El cielo ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha,
El padre ya os ha sentado 
conmigo, a su derecha.
Partid frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea.
Vosotros marcáis mi hora